Es necesario ir más allá de las propuestas occidentales para el estudio de los artefactos indígenas, debemos considerarlos el resultado de una práctica social y un almacén de la memoria tanto individual como colectiva para llevar a cabo una investigación teórica sobre el origen de las practicas rituales funerarias tomando en cuenta diversas disciplinas (arqueología, epigrafía, iconografía, arqueo-astronomia, y etnoastronomía, historiografía, etnografía, arquitectura, etc.) para encontrar los temas representados en los objetos artísticos.
La apreciación estética -para el investigador que parte de los estudios de la cultura visual- no parte de las categorías creadas a fines del siglo XVIII sino que se tomarán en cuenta el contexto, los medios de creación, la exposición y recepción como una construcción posterior que se abre a un acercamiento desde el sentido más originario (histórico) antes de añadir categorías y etiquetas. La investigación de los objetos culturales se realizará a partir de un acercamiento visual.
Esther Pasztory nos dice al respecto:
“Algunos de los objetos más sagrados en las sociedades arcaicas no son formalmente obras de arte exquisitas, pero objetos simples, toscos o incluso encontrados, como guijarros y plumas en haces o afloramientos rocosos, lo que indica que la relación del arte y lo sagrado no es una cuestión simple. El arte es claramente prodigado en los vestidos, insignias, crestas, palacios, templos e imágenes del mundo político y social. Aunque sus temas son a menudo religiosos, el arte es, más correctamente, lo hecho a mano por la sociedad.”